“Siempre hay un juego interior en tu mente, no importa qué esté sucediendo en el juego exterior. Cuán consciente seas de este juego marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso en el juego exterior”.
En los años 70 a través
de su propia reflexión y de observar a los demás durante la práctica del Tenis,
Tim Gallwey se dio cuenta de que en muchas ocasiones, especialmente tras fallos
importantes, las personas se criticaban duramente a sí mismas:
INCORRECTO:
¡Cómo has podido fallar eso!
¡Dale más abajo!
¡No te la juegues ahora!
¿Os suenan este tipo de frases?
Seguramente sí. Yo las
escucho en la pista y por supuesto las he sufrido personalmente. Cuando esto ocurra, cambia estas frases y describe muy breve lo que ha pasado, es decir:
CORRECTO:
¡Bola fuera!
¡Bola a red!
¡Saque corto!
Luego podemos poner otra frase que nos dé confianza, por ejemplo: "Fácil y suave".
El Yo 1 y el Yo 2
Luego podemos poner otra frase que nos dé confianza, por ejemplo: "Fácil y suave".
¡Bola fuera y ahora fácil y suave!
¡Bola a red y ahora fácil y suave!
¡Saque corto y ahora fácil y suave!
El Yo 1 y el Yo 2
Tim dedujo que si uno
se
decía a sí mismo este tipo de frases, significaba que dentro de nosotros
debía de haber como 2 personas: La que criticaba y la que recibía las
críticas... y generó
un modelo muy simple pero a la vez muy poderoso para producir grandes
cambios:
Comenzó a llamar YO 1 al que hablaba y YO 2 a la parte que recibía el mensaje.
Se podría relacionar al YO 1 con la
mente pensante y al YO 2 con el
cuerpo.
Todo esto cobró gran
relevancia cuando empezó a observar cómo se relacionaban el YO 1 el YO 2 durante la práctica deportiva, dándose cuenta de que:
.El YO 2
respondía mucho mejor cuando el YO 1 no estaba presente
.El YO 2
eran características de las personas como la espontaneidad, inocencia,
imaginación, alegría, el juego, la sorpresa…
.El YO 1
intentaba dirigir continuamente los movimientos del YO 2
.El YO 1
eran los prejucios, presuposiciones, el miedo, la necesidad de ser apreciado,
la culpabilidad y la necesidad demostrar que somos buenos, la duda de uno
mismo… ¿Os vuelve a sonar esto de algo?
Como dice Tim en la dedicatoria: Trust Self 2 ¡Confía en el YO 2!
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| Timothy Gallwey |
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