Qué preguntas más profundas y con un toque de locura me hago.
Al haberme especializado en una marca personal como el BIENESTAR Y LA EXCELENCIA, todos mis clientes tiene algo claro o quieren dos cosas muy importantes en su vida "Sentirse bien, es decir, estar alineados con sus valores y llegar a la Excelencia, es decir, llegar a su mejor versión" por lo que sacamos talentos, inteligencia emocional, comunicación, fortalezas, asertividad, liderazgo... todo lo que nos lleve al desarrollo y potencialidad de cada uno. Es un trabajo precioso, porque buceo y buceo hasta que encuentro líderes, artistas, docentes, emprendedores, apasionados, soñadores, ... de donde sólo había una etiqueta social.
Una etiqueta social, ¿eso somos?
¿Nacemos con ella? ¿Tengo que aceptarla? ¿Quién me pone esa etiqueta? ¿Alguien me puede enseñar a elegir mi propia etiqueta?
Nadie nos ha enseñado a cuidar nuestros pensamientos.
Nadie nos ha enseñado a querernos porque no está bien visto.
Nadie nos ha enseñado a conocer nuestras emociones, qué me quieren decir, qué grados hay...
Nadie nos ha enseñado a comunicarnos mejor con los demás y con nosotros mismos.
Nadie nos ha enseñado a entender el poder que tienen las palabras sobre nuestro físico y nuestro estado anímico.
Nadie nos ha enseñado a entender el lenguaje no verbal.
Nadie nos ha enseñado a tomar nuestras propias decisiones y tener derecho a equivocarnos.
Entonces... ¿Qué nos han enseñado? ¿Vivir o sobrevivir?
La verdad, es que somos víctimas de víctimas, tampoco nuestros padres o nuestro entorno sabían de estas cosas, el sentido común es un gran aprendizaje pero no todo el mundo lo trasmite y lo gestiona de la manera correcta.
Los adultos tenemos una responsabilidad y es una ley de descendencia, tenemos que dar a las generaciones un ejemplo y un modelo a seguir, además los jóvenes necesitan dejar de escuchar quejarnos tanto de la política y de la mala educación que hay (que eso ya está suficientemente a diario los telediarios) tenemos que ser cada uno de nosotros, el ejemplo a seguir, por lo que tenemos que empezar a reflexionar en:
¿Realmente lo que ven en mí es el modelo correcto? ¿Cuál es mi marca personal?
¿Qué pueden ver en mi persona que pueda servirles?
¿El lenguaje que uso es el correcto para motivarles?
¿Yo me comporto como me gustaría que se comportaran ellos?
¿Les estamos enseñando a gestionar sus emociones?
¿Hemos practicado la asertividad? (palabra que mucha gente no conoce el significado) y es muy muy muy importante.
BUENO... Soy una voluntaria, y digo
SÍ. Quiero cambiar el mundo con mi ejemplo.
Estoy Preparada

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