El
cerebro percibe cualquier cambio como algo que estás perdiendo. El
cerebro odia la incertidumbre y eres tú el que le tienes que decir lo
que está pasando porque, para él, cualquier cambio es un ataque a su
supervivencia. Estos cambios, los tienes que hacer de forma deliberada y
contraviniendo algo que llevas haciendo durante tiempo de otra manera.
Esto es muy duro para el cerebro porque tiene que deshacer un camino
neuronal muy grueso y grande. Fíjate que muy poca gente hace cambios
cuando está medianamente bien, de ahí que las crisis siempre representen
una buena oportunidad para cambiar lo que no funciona.
Sólo cambiamos para evitar el dolor o por amor. Házlo por amor y sé apasionado!!!
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